martes, 4 de septiembre de 2007

No soy yo cuando me enojo



Hoy me levanté enojado, no sé si por alguna producción onírica que no recuerdo, no se la razón de este enojo a ciencia cierta. El asunto es que me condiciona. No puedo ser el de todos los días, tengo que cuidar que mi enojo no lastime a nadie de un coletazo, tenerle la correa corta. Esto me impide mirar la belleza de lo cotidiano, las risas y sonrisas que me rodean todos los dias, horas, minutos, y desde ya, devolverlas. El mayor problema es cuando alguien anda con otro enojo, y tal vez mas suelto que el mío. Mi brazo pierde fuerza y allí es cuando la bestia empieza a rugir y lastimar. Desde ya que a lo largo de los años me he vuelto un maestro en la doma de mi enojo, pero esta fórmula no es la indicada. Tengo que aprender a convivir con este engendro, a su debido tiempo. Hasta entonces, miren bien para donde ando tironeando.

2 comentarios:

pieldetortuga dijo...

"y si me enojo el odio
no nace de mis venas
no me engañen, si la sangre se calienta
es por el caño de los autos"

Posatigres dijo...

¡Gracias por la poesía urbana!